miércoles, 11 de noviembre de 2015

Página en blanco; cuando mendigamos el amor

Llevo meses sintiéndome Garrik. Lo recuerdan? Garrik es el personaje que no inocentemente presente en el primer post.
Garrik es el mejor mago y animador del mundo. Pero está triste, está deprimido. Se quiere morir. Pero sigue sonriendo. Si Garrik sigue sonriendo en cada función que debe dar. Luego en la soledad de su alma, llora el cuerpo las lagrimas del corazón.
Hoy me siento mas Garrik que nunca. Llorando en la soledad de mi habitación hundida en un rincón, riendo a carcajadas para la función que los demás pretender ver., y volviendo a lo oscuro y sórdido de mi habitación.

Deseo ser como Garrik, en el sentido de tener algunas cosas mas claras. Pero no,. no tengo nada claro. y en los momentos de soledad cada vez puedo menos controlar los impulsos, controlar las ganas, y busco refugio, y sonrisas pasajeras que no conducen a ningún lugar estable.
Sin embargo seguimos ahí, entre intentando y repitiendo la misma historia, como si esas historias por ser conocidas son las únicas que son buenas. Hay Zonas de Confort de las que si no podemos salir por propia voluntad, debería venir alguien a rescatarnos. Lo digo de verdad. A veces nosotros no lo podemos ver.
Y acá estamos nuevamente. Entrando a otra zona de confort, distinta pero igual. Como si fuera que uno la extraña, como si fuera que es en el único lugar en que uno sabe estar.
Como si el amor se tratara de eso. De andar mendigando por ahí...



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